Mª Ángeles Mulero

En cuanto a la entrevista, comenzamos preguntándole sus datos personales (nombre, edad, localidad,…) y donde estudió.

Me llamo María Ángeles Mulero, vivo en Badajoz y tengo 51 años. Estudié aquí en la universidad de Extremadura y llevo trabajando aquí desde Junio de 1981, cuando termine la carrera.

¿Tuviste alguna duda a la hora de elegir carrera?

A mí me gustaban las Matemáticas, y yo quería hacer Matemáticas, pero podría haber hecho cualquier otra, como Química, Física, etc. Pero gracias al apoyo de mis amigos y compañeros me decidí por estudiar esta carrera.

¿Cuántos erais en clase?

Éramos mogollón, la verdad. Dábamos clase en aulas prefabricadas en la facultad ahora de Química. Éramos sobre ochenta.

¿Te enterabas bien de la materia al comenzar la carrera?

La verdad es que un 90% de la gente no. Yo, en mi caso, sí me enteraba porque hice un COU en Cáceres de un nivel considerable. Por tanto, el cambio al entrar en la Universidad lo noté menos que mis compañeros, ya que tuve unos excelentes profesores durante el COU.

¿Crees que hay que estudiar mucho en Matemáticas?

Sí. Hay que estudiar mucho y además parece que no avanzas. Recuerdo compañeros de Medicina que tenían libros voluminosos. Esto hacía creer en un principio que tenían más que estudiar que yo, pues sólo tenía para aprender unos cuantos folios. Sin embargo, mientras ellos conseguían avanzar considerablemente aprendiéndose la materia de memoria, yo me pasaba tardes con uno o dos párrafos, intentando encontrar la relación entre un ejemplo y una definición. Son diferentes maneras de estudiar, en conclusión. Pero como es algo que nos gusta, no nos importa dedicarle tanto y tanto tiempo.

En general, a medida que aumenta el curso, ¿las notas mejoran o empeoran?


En general mejoran, porque en los primeros exámenes la gente cae “como chinches”. Sin embargo, en mi caso particular, como iba con una buena preparación aprobé todas en el primer parcial. No obstante, mis compañeros fueron mejorando a lo largo del curso, porque se te va “abriendo la cabeza”, es decir, que a base de oír algo acabas aprendiendo a usar, en este caso, el idioma matemático.

En la parte de las Matemáticas que das clase, que es Álgebra, ¿es tu favorita?


La verdad es que sí, a mí me gustan todas las partes de las Matemáticas. Sin embargo a principio de la carrera no me gustaba mucho. A mí me gustaba mucho el análisis y el cálculo, ya que eran las únicas asignaturas que entendía. Pero con la llegada de Carlos Benítez nos asignó a cada uno una parte de las Matemáticas, y a mí, me tocó esta. Pero me parecía razonable, ya que cada uno debíamos dedicarnos a una parte.

A lo largo de la carrera, ¿te planteaste dejarlo?


Alguna vez que otra sí. Sobre todo en primero, al entrar y no saber muy bien dónde estás te preguntas: ¿de verdad valgo para esto? Pero una vez que vas superando obstáculos encuentras la motivación. Otro punto sensible es el paso de tercero a cuarto, donde no sabes muy bien si quieres seguir o si esto que estás estudiando te valdrá para algo. Uno debe encontrar la forma de motivarse y convencerse a sí mismo de sus posibilidades.

¿Has participado en alguna investigación o proyecto de relevancia?


Aquí todos hemos publicado en revistas científicas internacionales, lo que pasa es que en matemáticas no necesitamos proyectos para unirse a muchos investigadores ya que no necesitamos material muy caro. Por eso nosotros, con nuestro lápiz, nuestro papel y nuestros contactos por internet con gente de otras universidades podemos hacer nuestros trabajos e intentamos publicarlos en las revistas referidas a nuestro campo dentro de las matemáticas que sean más conocidas e importantes.

En concreto, volviendo a tu época de estudiante en la universidad, ¿cómo fueron tus sensaciones las primeras semanas?

Era un poco de mucha expectación a ver qué pasaba y de establecer relaciones con los compañeros. A mí me habían dicho mucho que los que estudiaban matemáticas eran unos raros, que estaban locos. Entonces yo pensaba que iba a ser la normal y que todos me iban a mirar pero luego resulto que éramos todos gente normal que compartíamos el gusto por las matemáticas.

¿Cómo diría que es el ambiente en el departamento de matemáticas?

Creo que tenemos un buen ambiente. Solo hay un departamento de matemáticas en el que se encuentran todos los profesores que imparten clase de matemáticas en la universidad salvo los de económicas (los de ciencias, los de industriales, los de Cáceres, los de Mérida...). Somos unos setenta profesores, entonces en realidad todos no convivimos, aquí solo convivimos unos treinta que somos los que nos encontramos aquí en Badajoz. En general entre los que convivimos aquí hay muy buenas relaciones a nivel personal y hay muy buen ambiente.

¿Te gustaron las matemáticas desde cuando eras niña?


Me gustaban, pero yo era una de las que le gustaba todo, se me daba bien. Cuando me empezaron a gustar más era porque yo podía ir deduciendo las cosas por mí misma y no tenía que aprendérmelas de memoria. Me gustaba pero yo no pensaba que quería estudiar matemáticas cuando era una niña.

¿Cuáles son tus aficiones?


Yo creo que tengo pocas aficiones. El poco tiempo libre que tengo lo empleo en estar con mi familia y mis amigos. Me gusta leer, bastante, y hacer excursiones o hacer algún viajecito.

¿Aprecias diferencias importantes en la vida universitaria de cuando tú estudiabas y la actual? (no solo desde el punto de vista del estudio, sino también en las relaciones entre profesores, profesor-alumno, las tecnologías…).

Los medios técnicos, desde luego. Hoy en día, herramientas como el campus virtual han facilitado mucho las cosas para los alumnos. Sin embargo, creo que la esencia sigue siendo la misma, antes cuando un alumno faltaba los demás le calcábamos los apuntes, ahora se lo bajan del campus. En cuanto a las relaciones alumno-profesor, creo que se sigue conservando la cercanía de mi época, y las relaciones entre alumnos…, pues relaciones entre jóvenes, desde luego. Por nombraros alguna diferencia diría que ahora la gente tiene menos prisa en acabar la carrera que en mis tiempos.

Hoy en día los científicos suelen tener que desplazarse a otros lugares para asistir a conferencias o a investigaciones conjuntas, ¿te gusta este aspecto de tu vida como científica?

A mí me da mucha pereza, la verdad, pero también digo que es muy beneficioso ir a otros lugares para hablar con otros profesionales y discutir con ellos acerca de nuevas formas de enfocar un problema. Hablar con un profesor o discutir con un compañero es siempre muy beneficioso. Aunque Internet ha facilitado mucho el tema de la comunicación a distancia, creo que verse cara a cara con alguien es mucho más productivo. Yo, por ejemplo, he viajado a Italia, a Portugal y, dentro de España, a Valladolid.

Por último, ¿nos darías algún consejo para la carrera?

Insistir mucho, si un chico o una chica os gusta, tenéis que ver cómo conseguís que salga con vosotros. Insistid y perseverad mucho, mucho.

Trabajo realizado por:

Sergio Bolaños Guerrero
Luís Ángel Calderón Pérez
Raquel Delgado del Río
Mª Guadalupe Frutos Manchado